En los palacios del rey
hay una hierba malvada.
Aquella que la pisare
se quedaría baldada.
La pisó la hija del rey,
ella fue la desgraciada.
Llamaron con gran urgencia
a tres sabios de Granada.
El uno le tomó el pulso,
el otro no habló palabra
y el tercero fue el que dijo:
"Esta niña está baldada".
Continuación de la historia propuesta con el romance (escrita por los alumnos de 1º A):
El diagnóstico fue que no iba a despertar;
el rey vio a un príncipe y lo fue a llamar.
El príncipe le preguntó que qué le quería,
el rey le dijo que era para despertar a su hija.
El príncipe contesta: "La curaré".
Entonces le dio un beso y la despertó.
El príncipe le dijo a la princesa que se casarían, pero justo en el momento en que se iban a casar, el príncipe pisó la misma hierba. La princesa le dio el beso, pero no funcionó. Entonces tuvieron que buscar una rana en el estanque para que la princesa la besara y se convirtiera en príncipe. La rana se convirtió en un hombre. El príncipe dormido sintió tantos celos que se recuperó. Al final el príncipe dormilón se casa con la princesa y el príncipe rana se fue al agua.
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