Unas de las leyendas populares más extendidas por Galicia es la de la Santa Compaña. Sin embargo, aunque es aquí donde mayor popularidad tiene, es necesario aclarar, haciendo honor a la verdad, que el motivo de la tétrica procesión se extiende también por Asturias, León, Zamora y Extremadura, donde el séquito mortal recibe otros nombres (Güestia, Genti de Muerti...).
En cada zona, y aun en cada comarca, o pueblo, la Santa Compaña tiene sus variantes características. Como sabéis, esta variación es propia de la literatura de transmisión oral. Casi todas las versiones coinciden en describir la Santa Compaña como un grupo de difuntos vestidos con sudarios y portadores de cirios encendidos que caminan por la noche. Según algunos, los muertos llevan el ataúd de alguien que está próximo a la muerte, y por ello rondan su casa. Según otros, la procesión va encabezada por un vivo: este desdichado lleva la vela más grande (o bien una gran cruz) y está condenado a vagar todas las noches con la Compaña sin descanso, hasta que acaba enfermando y muriendo también. Al parecer, a estos individuos se les puede identificar por su aspecto pálido y demacrado. La única manera que tienen de librarse de tan poco gratificante labor es hallando a su paso a otro vivo a quien entregar la vela o la cruz.
En la revista Wakan se recoge por escrito una de las versiones de la leyenda.
El novelista coruñés Wenceslao Fernández Flórez, en su obra más famosa, El bosque animado, habla de la Santa Compaña. Como ya sabréis, esta obra está ambientada en la Fraga de Cecebre, próxima a Coruña, y recientemente se hizo una película de dibujos animados inspirada en la novela, cuyo trailer pego aquí.
El grupo Mägo de Oz tiene también una canción titulada "Santa Compaña", donde se habla de la terrorífica procesión.
Para terminar, no olvidéis que la de la Santa Compaña es una leyenda, es decir, es ficción, como todo en literatura, y que si de noche os encontráis con unos sudarios que llevan velas, lo más probable es que sean personajes disfrazados, aunque a lo mejor os tranquiliza el ritual que recomienda Mägo de Oz (dibujar un círculo en el suelo e introducirse en él) para evitar que os capten...
En cada zona, y aun en cada comarca, o pueblo, la Santa Compaña tiene sus variantes características. Como sabéis, esta variación es propia de la literatura de transmisión oral. Casi todas las versiones coinciden en describir la Santa Compaña como un grupo de difuntos vestidos con sudarios y portadores de cirios encendidos que caminan por la noche. Según algunos, los muertos llevan el ataúd de alguien que está próximo a la muerte, y por ello rondan su casa. Según otros, la procesión va encabezada por un vivo: este desdichado lleva la vela más grande (o bien una gran cruz) y está condenado a vagar todas las noches con la Compaña sin descanso, hasta que acaba enfermando y muriendo también. Al parecer, a estos individuos se les puede identificar por su aspecto pálido y demacrado. La única manera que tienen de librarse de tan poco gratificante labor es hallando a su paso a otro vivo a quien entregar la vela o la cruz.
En la revista Wakan se recoge por escrito una de las versiones de la leyenda.
El novelista coruñés Wenceslao Fernández Flórez, en su obra más famosa, El bosque animado, habla de la Santa Compaña. Como ya sabréis, esta obra está ambientada en la Fraga de Cecebre, próxima a Coruña, y recientemente se hizo una película de dibujos animados inspirada en la novela, cuyo trailer pego aquí.
El grupo Mägo de Oz tiene también una canción titulada "Santa Compaña", donde se habla de la terrorífica procesión.
Para terminar, no olvidéis que la de la Santa Compaña es una leyenda, es decir, es ficción, como todo en literatura, y que si de noche os encontráis con unos sudarios que llevan velas, lo más probable es que sean personajes disfrazados, aunque a lo mejor os tranquiliza el ritual que recomienda Mägo de Oz (dibujar un círculo en el suelo e introducirse en él) para evitar que os capten...
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