31 de marzo de 2010

Algunos de nuestros poemas favoritos

Husmeando por Youtube, he encontrado vídeos apoyados en algunos de los poemas vistos en clase.

"Tristes guerras", de Miguel Hernández:



"Anoche cuando dormía", de Antonio Machado:



"Del salón en el ángulo oscuro", de Bécquer:



"Vida retirada" de Fray Luis ("Del monte en la ladera / de mi mano plantado tengo un huerto...")

22 de marzo de 2010

Veintiuno de marzo, día de la poesía


Bonita fecha para tan hermosa conmemoración. Escojo un poema de Antonio Machado para celebrar a un tiempo una y otra:



Palacio, buen amigo,

¿está la primavera

vistiendo ya las ramas de los chopos

del río y los caminos? En la estepa

del alto Duero, primavera tarda,

¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...

¿Tienen los viejos olmos

algunas hojas nuevas?

Aún las acacias estarán desnudas

y nevados los montes de las sierras.

¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,

allá, en el cielo de Aragón, tan bella!

¿Hay zarzas florecidas

entre las grises peñas,

blancas margaritas

entre la fina hierba?

Por esos campanarios

ya habrán ido llegando las cigüeñas.

Habrá trigales verdes,

y mulas pardas en las sementeras,

y labriegos que siembran los tardíos

con las lluvias de abril. Ya las abejas

libarán del tomillo y el romero.

¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?

Furtivos cazadores, los reclamos

de la perdiz bajo las capas luengas,

no faltarán. Palacio, buen amigo,

¿tienen ya ruiseñores las riberas?

Con los primeros lirios

y las primera rosas de las huertas,

en una tarde azul, sube al Espino,

al alto Espino donde está su tierra...


Antonio Machado vivió en Soria, donde conoció a su esposa Leonor, que falleció dos años después de la boda. Después, él se marchó de allí, y en la distancia, con la llegada de la primavera, recuerda la tierra de Soria: la tierra en el sentido de "lugar", "territorio", y también la tierra que alberga a su amada. Por eso, en los versos finales, Machado le pide a su amigo Palacio que un día primaveral vaya a visitar la tumba de Leonor.

13 de marzo de 2010

Muerte de Miguel Delibes


El pasado doce de marzo falleció en Valladolid el escritor Miguel Delibes a los 89 años. Ha dejado esta vida, pero su obra -un buen puñado de buenas novelas- se queda aquí para disfrute del resto de los mortales.

Hoy en día Miguel Delibes es poco leído en los colegios, pero hace ya veinte años, la primera obra de lectura obligatoria que me vi obligada a conocer fue la novela El príncipe destronado, de Delibes, en sexto de EGB (equivalente a 6º de Primaria). Poco recuerdo de esa novela, pues no la he vuelto a leer desde entonces, sólo que era la historia de un niño que tenía muchos celos de su hermano pequeño. El protagonista era "el príncipe destronado", porque hasta el nacimiento de su hermano él había disfrutado de todas las atenciones de sus padres. Recuerdo también que me había escandalizado bastante que en un libro tan serio como aquel viniesen escritos unos tacos. Eran "mierda, cagao, culo", las palabras que decía el protagonista para lograr la atención de sus padres. También recuerdo que me había gustado, aunque no tanto como El pequeño vampiro, que por aquel momento comenzaba a estar de moda entre los preadolescentes.
Unos años más tarde, con catorce ya, llegaron a mis manos El camino y Mi querida bicicleta por recomendación de un adulto. Yo esperaba mucho de ellos, pero -sinceramente hablando- me decepcionaron: me resultaban aburridos y hablaban de un mundo que yo no comprendía (la Castilla rural de hacía muchos, muchos años) ni me atraía como para querer comprenderlo. Mi conclusión fue: "Aún no estoy preparada para leer libros serios", y seguí leyendo literatura juvenil (ese mismo año empecé a alternarla con la literatura que yo llamaba "de verdad").
Muchos años más tuvieron que pasar para borrar aquel recuerdo que habían dejado en mi mente las dos obras anteriormente mencionadas, y ya en la edad adulta me encontré con otras dos obras de Miguel Delibes: Las guerras de nuestros antepasados y El disputado voto del señor Cayo. Estas últimas, ya desde el punto de vista de una persona mayor, después de haber estudiado la literatura castellana durante varios años, me parecieron muy, muy buenas, y -lo que más me sorprendió- amenas y hasta divertidas. Y con este recuerdo me quedo, hasta nueva lectura.

La conclusión de toda esta historia autobiográfica es esta: cada libro tiene su momento, y forzar determinada lectura antes de ese momento es una iniciativa contraproducente. Aun así, los profesores que solemos programar tres libros para leer durante el curso, nos arriesgamos a que esto suceda. Es más: siempre sucede, porque cada alumno tiene una madurez diferente.

En estos días es muy abundante la información que se puede encontrar sobre Miguel Delibes, pero he seleccionado estos dos enlaces:

Exposición temática sobre el autor en el CVC (Centro Virtual Cervantes): http://cvc.cervantes.es/ACTCULT/delibes/default.htm

Miguel Delibes habla de la muerte:


10 de marzo de 2010

Recursos literarios (y XV): la aliteración


Tras recordar por última vez la definición de recursos literarios, estilísticos o figuras literarias, pasemos a hablar de la aliteración.

La aliteración es un recurso fónico que consiste en repetir en un mismo contexto un sonido con intenciones expresivas.

Ejemplos:
En el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba (Garcilaso)

Rodaba el Jaguar, repitiendo el rápido ruido del motor en mil rugidos

Tres tristes tigres trascan trigo en un trigal

La repetición de los sonidos, en los tres ejemplos, imitan un sonido de la realidad descrita en el texto (el susurro de las abejas con el sonido [s], el ruido del coche con el sonido [r], el sonido que se hace al masticar con el sonido [tr]).

Fue difícil hallar alguna canción con aliteración (bienvenidas serán cuantas ideas aporten los lectores), finalmente hallé esta. Intentad localizar la aliteración y explicar qué sonido intenta imitar.

¡Salud!



Creo que huelga decir que estos muchachos son un mal ejemplo, un ejemplo de lo que no se debe hacer (conducir borrachos); pero la canción fue el mejor ejemplo de aliteración que encontré.

8 de marzo de 2010

Recursos literarios (XIV): la personificación o prosopopeya


Tras recordar mentalmente la definición de "recursos estilísticos", pasemos a estudiar el siguiente de ellos: la personificación o prosopopeya.

La personificación o prosopopeya consiste en atribuir a animales o seres inanimados cualidades o hechos humanos.

Tenemos un buen ejemplo en este romance de Gerardo Diego:

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde,

la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes

entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra

y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,

a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,

nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados

que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

En estos versos la personificación más llamativa es la del río Duero. Hay personificación en los siguientes casos:
- V. 9: "Tú, viejo Duero, sonríes": los ríos no sonríen, como todo el mundo sabe.
- V. 10: "entre tus barbas de plata": los ríos no tienen barba. Hacer equivalente la corriente del río a una barba es una metáfora, pero una metáfora que implica personificación.
- V. 19: "cantar siempre el mismo verso": los ríos no cantan, en todo caso, suenan.

Hay otra personificación en los versos 4 y 5: "Indiferente o cobarde / la ciudad vuelve la espalda": las ciudades no son indiferentes ni cobardes (en cualquier caso, lo serán sus individuos), ni vuelven la espalda. (Si este caso no es interpretado como personificación, habría que tomarlo por una sinécdoque en la cual "la ciudad" equivale a "los habitantes de una ciudad").

Buscad ahora las personificaciones en esta canción de Federico García Lorca:

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantaritos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay cómo lloran y lloran.
¡Ay! ¡ay!, cómo están llorando!

Versión musicada por Paco Ibáñez:


7 de marzo de 2010

Recursos literarios (XIII): la animalización


Sabiendo que los recursos estilísticos o literarios son procedimientos lingüísticos que los autores emplean para embellecer los textos y dotarlos de más expresividad, pasemos al estudio de la siguiente figura: la animalización.

La animalización consiste en atribuir a personas cualidades propias de algún animal.

Ejemplo:

Carne de yugo ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello (Miguel Hernández, de "El niño yuntero")

En este poema, se atribuyen al niño yuntero características propias del buey ("humillado", v. 2; "el yugo para el cuello", v. 4; "carne de yugo ha nacido"), porque es un niño forzado a trabajar de sol a sol desde pequeño, esclavizado, como si fuera aquel manso animal.




Tras la conmoción de este vídeo, intentad buscar animalizaciones en la canción "Paloma" de Andrés Calamaro:



Distinción entre comparación o símil y metáfora impura

La comparación o símil y la metáfora son dos recursos que están muy próximos, pues la metáfora se construye sobre el símil.
En ambos casos hay un término real (TR) y una imagen (I, TI). Entre el término real y la imagen tiene que haber una relación de semejanza, ya sea física, ya sea mental.
La diferencia entre símil y metáfora es, sin embargo, fácil de ver. En el caso del símil, simplemente se comparan los dos términos, se dice de ellos que son similares, y esto se hace por medio de un nexo o expresión comparativa (como, así, tal que, igual que...). En el caso de la metáfora, el término real se identifica con la imagen; es decir, se dice que uno y otra son lo mismo, y, por tanto, no hay nexo comparativo.
Veámoslo más claro con un ejemplo:

Símil: Sus dientes (TR) son como (nexo) perlas (I)
Metáfora impura: Sus dientes (TR) son perlas (I)

No hay posibilidad de confusión del símil con la metáfora pura, pues en ésta no aparece el término real, sólo la imagen.

Para practicar la distinción entre símil y metáfora impura, os propongo una actividad que consiste en localizar metáforas y símiles en la canción "Eres tú" de Mocedades.

Recursos literarios (XII). La sinécdoque.


Tras recordar mentalmente la definición de los recursos estilísticos, pasemos a la siguiente figura, la sinécdoque.



SINÉCDOQUE: consiste en denominar a una realidad con el nombre de otra, habiendo entre ambas una relación de los siguientes tipos:
a) La parte por el todo. Dos cerebritos ganaron el premio. Cerebritos: personas muy inteligentes.
b) El todo por la parte. España ganó el Mundial de fútbol. España: la selección española de fútbol.
c) La especie por el género. No tengo pan que llevarme a la boca. Pan: comida.
d) El género por la especie. El noble animal relinchó. Animal: caballo.
e) El continente por el contenido. En la bodega se bebieron tres copas cada uno. Copas: cantidad de vino que cabe en tales recipientes.
f) El autor por la obra. Tengo en casa un Picasso. Picasso: cuadro del pintor malagueño.

Veamos un ejemplo literario de Luis de Góngora, en el que un condenado a remar en las galeras se queja al ver las orillas de su patria y acordarse de su esposa:

"¡Pues he vivido diez años
sin libertad y sin ella,
siempre al remo condenado
a nadie matarán penas!".
En esto se descubrieron
de la Religión seis velas,
y el cómitre mandó usar
al forzado de su fuerza.

En este texto hay tres sinécdoques: la primera, en el verso 3, localizada en la palabra "remo" (remo: castigo consistente en obligar a los malhechores a remar en las galeras); la segunda, en el verso 6, localizada en la palabra "velas" (velas: barcos; la parte por el todo). En el mismo verso está la palabra "Religión", empleada como "escuadra de los cristianos"; es otra sinécdoque (el todo por la parte).

Localizad vosotros ahora sinécdoques en la siguiente canción de José Luis Perales:


3 de marzo de 2010

Metáforas: ejemplos

La metáfora es un recurso literario que consiste en denominar a una realidad con el nombre de otra con la que mantiene una relación de semejanza. Si se mencionan expresamente el término real y la imagen, la metáfora es impura; si sólo se menciona la imagen, la metáfora es pura.

Su hija era la luz de su existencia: aquí la metáfora es impura, pues aparecen mencionados el término real ("su hija") y la imagen ("luz"). ¿Cuál es el parecido entre ambas? La alegría, la claridad.

Observemos ahora una metáfora muy común:

"Esta vida es el camino
para el otro..." (Jorge Manrique)

En este ejemplo hay otra metáfora impura: el término real es "vida"; el imaginario, "camino". La vida y el camino tienen en común que se recorren linealmente y podemos hallar de todo en ellos. Es una metáfora impura.

"Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más.
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar ..." (Antonio Machado)

La metáfora en este poema es la misma que en poema anterior: el término real es "vida"; la imagen, el camino. En este poema no aparece el término real, por lo tanto la metáfora es pura.

Escuchemos el poema musicado por Joan Manuel Serrat:



Os propongo buscar metáforas en los siguientes poemas, indicando los términos reales y las imágenes, señalando el parecido entre ambos y especificando si la metáfora es pura o impura:
Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da (Antonio Machado)
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
(Miguel Hernández, de la "Elegía a Ramón Sijé", poema escrito a su mejor amigo muerto)
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura
(Lorca, poema amoroso titulado "El poeta pide a su amor que le escriba")

2 de marzo de 2010

Recursos literarios (XI). La metáfora.


Puesto que ya todos sabéis la definición de recursos literarios, estilísticos o figuras literarias, pasemos directamente a estudiar la siguiente: la metáfora.

La metáfora es un recurso que consiste en denominar a un objeto con el nombre de otro con el que mantiene una relación de semejanza, de parecido.

Hay dos tipos de metáfora: la metáfora impura y la metáfora pura.

Hay una metáfora impura cuando aparecen mencionados el término real y la imagen.

Ejemplo: Sus dientes son perlas (dientes: término real; perlas: imagen).
Sus dientes, perlas (dientes: término real; perlas: imagen).
El rubí de tu boca (boca: término real; rubí: imagen).
Tu boca de rubí (boca: término real; rubí: imagen)

En todos los casos la relación que se establece entre ambos términos es de semejanza: los dientes tienen un parecido con las perlas (son pequeños y blancos); la boca, con el rubí (son de color rojo).

Hay una metáfora pura cuando sólo aparece la imagen y el lector tiene que pensar cuál será el término real.

Ejemplo: Al sonreír, pudimos ver el brillo de sus perlas (perlas: imagen; término real: dientes)
Peligro corres en seguir sombras (sombras: ambiciones vanas, ilusiones sin fundamento)

Veamos algunos ejemplos más:

En el cristal de tu divina mano
de Amor bebí el dulcísimo veneno,
néctar ardiente que me abrasa el seno
y templar con la ausencia pensé en vano.
(Góngora)

Estos versos, de significado aparentemente oscuro (puesto que están repletos de figuras), quieren decir lo siguiente: "Al ver tu mano tan blanca me enamoré muchísimo, e inútilmente traté de olvidarte alejándome de ti".
La metáfora, impura, está en el primer verso: "En el cristal (imagen) de tu divina mano (término real)". La mano de la mujer era tan, tan blanca, que hasta parecía transparente como el cristal.

Otro ejemplo (más sencillo):

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... ¡eres tú!
(Bécquer)

En el último verso hay una metáfora impura: "tú" es el término real; "poesía", la imagen. La amada y la poesía pueden tener para Bécquer muchas similitudes: ambas serán bellas, armoniosas, etc.


Un ejemplo más:

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día
(Quevedo)

Teniendo en cuenta que "postrera" significa "última", y después de deshacer el nudo de hipérbatos del texto ("La postrera sombra que me llevare el blanco día podrá cerrar mis ojos"), y después de habernos fijado en ese futuro de subjuntivo ("llevare", hoy en día entendido como "llevará"), diremos que aquí hay dos metáforas puras:
1. Postrera sombra: el término real es la muerte.
2. Blanco día: el término real es la vida.
Con lo cual, estos versos se entenderán así: "La muerte, que me llevará la vida, podrá cerrar mis ojos".

Antes de seguir con la explicación de esta figura, me gustaría que vieseis esta conversación entre Pablo Neruda y el cartero, extraída de la película Il postino (El cartero y Pablo Neruda):