Como ya sabemos, los recursos estilísticos o literarios (o figuras literarias) son procedimientos lingüísticos en los que el autor juega con la forma, el orden o el significado de las palabras con el fin de embellecer sus textos y darles mayor expresividad.
La ironía es uno de los recursos más expresivos que existen, y consiste en decir lo contrario de lo que se quiere decir. Por ejemplo:
Comieron una comida eterna, sin principio ni fin (Quevedo): no comieron nada.
Por la noche, cuando iba a introducirme en mi lecho, llegaron a mi casa dos familiares de la Inquisición con la Santa Hermandad; me abrazaron cariñosamente y me condujeron, sin decir una sola palabra, a una habitación muy fresca, amueblada con una estera y un bello crucifijo (Voltaire): los dos inquisidores lo prendieron y lo llevaron al calabozo.
Érase una viejecita
sin nadita que comer,
sino carnes, frutas, dulces,
tortas, huevos, pan y pez: a la viejecita no le faltaba ningún manjar.
Muchas veces la ironía se usa con fines humorísticos, pero no siempre, como puede apreciarse en el siguiente anuncio:
La ironía es uno de los recursos más expresivos que existen, y consiste en decir lo contrario de lo que se quiere decir. Por ejemplo:
Comieron una comida eterna, sin principio ni fin (Quevedo): no comieron nada.
Por la noche, cuando iba a introducirme en mi lecho, llegaron a mi casa dos familiares de la Inquisición con la Santa Hermandad; me abrazaron cariñosamente y me condujeron, sin decir una sola palabra, a una habitación muy fresca, amueblada con una estera y un bello crucifijo (Voltaire): los dos inquisidores lo prendieron y lo llevaron al calabozo.
Érase una viejecita
sin nadita que comer,
sino carnes, frutas, dulces,
tortas, huevos, pan y pez: a la viejecita no le faltaba ningún manjar.
Muchas veces la ironía se usa con fines humorísticos, pero no siempre, como puede apreciarse en el siguiente anuncio:
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